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  • 06-06-2023

Los microorganismos extremófilos frente al cambio climático

Los microorganismos extremófilos son aquellos capaces de sobrevivir en condiciones extremas: altas o bajas temperaturas, acidez, salinidad, presión, etc. Por ello, tienen un gran potencial para adaptarse al cambio climático y podrían ser claves para el desarrollo de herramientas para mitigar los factores negativos que tiene sobre los cultivos.

 El género Bacillus

El género Bacillus es un tipo de microorganismo extremófilo que tiene la capacidad de formar esporas. Esto les permiten adaptarse y resistir en ambientes cambiantes, como altas temperaturas o sequías.

La capacidad de protegerse es especialmente importante en el contexto del cambio climático y su impacto en los cultivos. Estos microorganismos pueden formar simbiosis con las plantas y ayudarlas a resistir el estrés, prevenir enfermedades y mejorar las condiciones del suelo donde se encuentran las raíces de las plantas.

Esta capacidad conocida como PGPR (Rizobacteria Promotora del Crecimiento Vegetal) es clave en los microorganismos. Proporcionan nutrientes a las plantas mediante la fijación de nitrógeno, la solubilización de fósforo y potasio, y la producción de auxinas para regular su crecimiento. También pueden ayudar en la recuperación de suelos dañados.

La presencia y la simbiosis de estos microorganismos son esenciales para que los cultivos sobrevivan a los efectos estresantes del cambio climático.

En Herogra Especiales apostamos por la investigación y el desarrollo de tecnologías que aprovechen el potencial de estos microorganismos.

Ejemplo de ello es TOTEM, un bioestimulante y enraizante basado en una fermentación de microorganismos extremófilos con características PGPR. Se han seleccionado bacterias extremófilas y esporulantes que son capaces de trabajar en condiciones adversas. Por ello, ayudarán a los cultivos a resistir el cambio climático.

Además, los microorganismos de TOTEM tendrá su efecto bioestimulante pese a estar sometidos a estas condiciones. Esta interacción planta-bacteria favorece la disponibilidad de agua y de nutrientes al mover las sustancias que la planta necesita para crecer adecuadamente.

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