Dentro de las diversas metodologías de cultivo existentes, el uso de la fibra de coco es un sustrato altamente utilizado. Este permite una alta retención de agua y de nutrientes gracias a la estructura que lo compone.
Las características más relevantes que permiten que el uso de microorganismos en fibra de coco sea más eficaz son:
Actúa directamente en dos zonas principales:
1. En la fibra de coco:
TOTEM se asienta en la fibra de coco, gracias a los altos contenidos en azúcares que contiene este sustrato, como la lignina, la celulosa y la hemicelulosa.
Una vez asentado, TOTEM transforma todos los nutrientes, como el potasio (K) y el fósforo (P), en recursos de fácil asimilación por la planta. Los microorganismos de su composición participan en la producción de enzimas, encargadas de liberar los nutrientes retenidos en la fibra de coco, y en la producción de sideróforos, encargados de quelar metales como el Fe.
Las principales ventajas de aplicar TOTEM en la fibra de coco son:
2. Directamente en la rizosfera
Cuando TOTEM es aplicado se adhiere a la raíz de la propia planta y desencadena una serie de actividades promotoras del crecimiento vegetal que se citan en la imagen siguiente:
TOTEM está compuesto por microorganismos que han sido desarrollados en una fermentación dirigida al enraizamiento, por tanto, al ser aplicado en el suelo, el objetivo principal es que tanto la bacteria de TOTEM como sus fermentos se liberen al sustrato y se adhieran a la raíz, potenciando su desarrollo.
“Como consecuencia de un buen enraizamiento, la producción final se verá favorecida por la aplicación de TOTEM”.
Realizar la 1ª y la 2ª aplicación cada 7-10 días a dosis de 3L/ha para potenciar la fase inicial de enraizamiento y TOTEM se depositará en los microporos de la fibra de coco. A partir de este momento se recomienda aplicar cada 15-20 días mejorando el rendimiento del cultivo.
A modo de ejemplo: