La biotecnología es una ciencia que se ha estado utilizando durante siglos. Desde las cervezas y vinos naturales fermentados en barricas de diferentes tipos, hasta la manipulación y fermentación de las levaduras para hacer pan, conllevan un proceso biotecnológico.
La agricultura también es un sector ligado a la biotecnología. Desde las primeras cosechas, los agricultores han manipulado las plantas y animales a través de la siembra y la cría selectiva. Elegían aquellos con mejores características y creaban variedades y especies nuevas con los rasgos deseados.
Además, con el desarrollo tecnológico del siglo XX, surgió lo que se denomina la biotecnología agrícola. Se basa en el uso de herramientas biológicas y técnicas que utilizan organismos vivos como instrumento para mejorar la agricultura, dando lugar a la elaboración de productos agrícolas.
La transición de una agricultura química hacia una biológica
Cada vez somos más conscientes del daño ecológico que la agricultura tradicional hace sobre el planeta. El suelo no es un pozo sin fondo, si no que los excesos de fertilización pueden acabar en los acuíferos, contaminando las aguas de las que se abastece la humanidad. Además, se reduce la fertilidad de los suelos al aumentar las concentraciones de sales y desequilibrar la balanza de nutrientes.
Frente al riesgo que estas prácticas agrícolas desconsideradas suponen, en 1960 surgió lo que se conoce como agricultura biológica o ecológica. Esta se basa en el uso óptimo de los recursos naturales, sin emplear productos químicos sintéticos ni organismos modificados genéticamente.
La biotecnología como solución
Gracias a la biotecnología se han conseguido grandes avances en el sector agrícola. Desde una mejora en la absorción de nutrientes gracias al uso de microorganismos con propiedades promotoras del crecimiento vegetal, hasta el control de plagas con el uso de extractos y fermentos de plantas y hongos.
El caso más estudiado en la agricultura es el uso de los microorganismos con características promotoras del crecimiento vegetal, denominados PGPR. Estas propiedades bioestimulan a la planta gracias a la mejora en la captación de nutrientes, desarrollo radicular y control de fitopatógenos.
Beneficios de la biotecnología agrícola
Herogra Especiales en la ola de la biotecnología
Gracias a la planta de fermentación de Herogra Especiales, se está apostando y desarrollando productos ecológicos que cuentan con la certificación CAAE sobre agricultura ecológica.
Es el caso de TOTEM, enraizante de última generación que se basa en la tecnología Orygin 2.0 a partir de fermentos naturales derivados de organismos extremófilos. Potencia y regenera la raíz, bioestimulando su crecimiento durante todo el ciclo de vida. Al desarrollarse más el sistema radicular, se consigue una mejor asimilación de nutriente del suelo, y una mayor resistencia de la planta a estreses externos como sequías, encharcamientos o vientos.