Complejos y quelatos: Diferencias de acción y de utilización

Dentro de la nutrición vegetal existen los llamados micronutrientes y macronutrientes, que reciben esas denominaciones según la cantidad que la planta necesita de ellos. A pesar de estos nombres ninguno es más importante que el otro, ya que como nos dice la Ley del Mínimo de Liebig, el nutriente que limita el crecimiento es el que no está suministrado en cantidad.

Los micronutrientes son principalmente elementos metálicos, y la gran mayoría de los problemas derivados de la falta de micronutrientes vienen de la falta de formas asimilables de iones de esos metales, que las plantas no son capaces de absorber e incorporar a su metabolismo. 

Para facilitar esos procesos, se pueden utilizar formulaciones con micronutrientes complejados o quelatados, que son mejoradores de la asimilación, moléculas que se unen con iones metálicos e impiden que estos precipiten en forma de sal insoluble para facilitar su absorción. La utilización de estos compuestos nos permite reducir la cantidad de nutrientes aplicados, debido a la mejoría de asimilación por la planta y a una reducción de la lixiviación de los nutrientes.

Aunque hablemos siempre de quelatos y complejos de manera conjunta, son moléculas que presentan diferencias, tanto a nivel químico como en su manera de aplicación:

• Los quelatos tienen la capacidad de unirse a los iones metálicos de manera mucho más fuerte y con un mayor rango estable de pH. Además, son moléculas más grandes que los complejos. En cuanto a su utilización, presentan un efecto especialmente bueno cuando se utilizan a nivel radicular, ya que una vez liberan el nutriente al que están unidos pueden quelatar también metales que ya se encuentran en el suelo.

• Los complejos tienen una unión más débil que facilita la liberación de los nutrientes para su asimilación vegetal y tienen un rango de utilización de pH es algo más limitada. Son moléculas orgánicas (p. ej.: lignosulfonatos, ácido glucónico o heptaglucónico, sustancias húmicas, aminoácidos, ácido cítrico…) y pueden tener un efecto bioestimulante en la planta, y además son biodegradables. Son especialmente buenos en aplicación foliar, ya que debido a la alta tasa de absorción por hoja los agentes complejantes entrarán más rápido en la planta.

Como se puede observar en la Ilustración 1, cada quelato va a tener rangos de estabilidad más o menos amplios según el micronutriente al que estén unido; por esto, la elección del mejor agente quelatante dependerá de las condiciones de nuestro suelo y del micronutriente que queramos suplementar. 

Uno de los agentes quelantes más comunes es el EDTA, cuyo uso es bastante común para quelatar manganeso (Mn), zinc (Zn) y cobre (Cu), ya que presenta un rango de pH amplio para ellos. En el caso del hierro (Fe), el EDTA cuenta con menos disponibilidad, por lo que es mejor utilizar moléculas de mayor calidad como EDDHA o EDDHSA. El EDDHSA es una mejora debido a que asegura la conformación orto-orto de la molécula, que es más efectiva y activa biológicamente. 

 En Herogra Especiales disponemos de un amplio catálogo de productos tanto complejados como quelatados, muchos de ellos con certificación para su uso en agricultura ecológica. 

Nuestros expertos recomiendan FERROLÍN EDDHSA, un corrector de carencias de hierro sólido con alta solubilidad y una gran eficacia debido a la calidad de su agente quelante. Algunos nutrientes no pueden ser quelatados ni complejados, como el boro o el molibdeno.

HEROMIX COMPLEX T1 es un corrector múltiple de micronutrientes complejados por ácido heptaglucónico, especialmente diseñado para mejorar la absorción por parte de las plantas. Para corregir carencias de calcio o de magnesio, se pueden utilizar productos como CALCIFOL PLUS SN o MAGNIFOL COMPLEX, productos especializados para carencias concretas en los que se compleja los nutrientes con ácido lignosulfónico.