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  • 12-12-2024

La revolución de los microorganismos aplicados vía foliar: innovación para una agricultura sostenible

En la actualidad, el desafío no es solo incrementar los rendimientos, sino hacerlo de manera sostenible, respetando los recursos naturales y la salud del suelo. En este contexto, los microorganismos están emergiendo como aliados esenciales, especialmente en su aplicación foliar en cultivos como los cereales de invierno. Esta práctica está demostrando tener efectos positivos tanto en las plantas como en el ecosistema agrícola en general.

¿Qué son los microorganismos aplicados a nivel foliar y cómo funcionan?

Los microorganismos aplicados a nivel foliar, como las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR, por sus siglas en inglés), son organismos beneficiosos que interactúan directamente con las plantas y el suelo. Al ser asperjados sobre las hojas, estos microorganismos:

  • Actúan como bioestimulantes: mejoran la absorción de nutrientes y potencian la actividad fotosintética, lo que se traduce en un mayor vigor de las plantas.
  • Fortalecen la resistencia: ayudan a las plantas a adaptarse a condiciones adversas como bajas temperaturas o sequías prolongadas.
  • Optimización del uso de fertilizantes: incrementan la eficiencia de los nutrientes aplicados al suelo, reduciendo pérdidas y mejorando su aprovechamiento.

Efectos en la fisiología vegetal 

Una de las contribuciones más notables de los microorganismos foliares es su influencia en la fisiología de las plantas. Estos organismos producen sustancias como fitohormonas (auxinas, citoquininas y ácido giberélico), que estimulan procesos clave como:

  • División y elongación celular: promoviendo el crecimiento de raíces y brotes secundarios (hijuelos).
  • Producción de sideróforos y enzimas: mejoran la disponibilidad de nutrientes esenciales como el hierro y los fosfatos, optimizando la salud de la planta y del suelo.

Beneficios en el suelo: más allá de la aplicación foliar

Aunque la aplicación inicial se realiza en las hojas, los beneficios se extienden al suelo a través de dos mecanismos:

  1. Aporte directo: durante la aplicación foliar, parte de los microorganismos alcanzan el suelo, enriqueciendo su comunidad microbiana.
  2. Aporte indirecto: los microorganismos estimulan la producción de compuestos como azúcares y aminoácidos en la planta. Estos compuestos, exudados por las raíces, alimentan a los microorganismos del suelo, mejorando su estructura, fertilidad y capacidad para retener agua y nutrientes.

Protección y sanidad vegetal

Además de su papel como bioestimulantes, los microorganismos foliares actúan como defensores naturales contra enfermedades. Funcionan como:

  • Antagonistas de patógenos: crean una barrera biológica que limita la proliferación de enfermedades.
  • Inductores de resistencia sistémica: preparan a las plantas para enfrentar futuras amenazas, fortaleciendo sus mecanismos de defensa natural.

Una práctica con impacto sostenible

La aplicación foliar de microorganismos representa una innovación con múltiples beneficios. Desde incrementar la eficiencia de los insumos agrícolas y mejorar la fisiología vegetal, hasta enriquecer la salud del suelo y proteger los cultivos contra enfermedades, esta técnica es una herramienta prometedora para el futuro de la agricultura.

No solo ayuda a maximizar los rendimientos de manera sostenible, sino que refuerza nuestro compromiso con sistemas agrarios más resilientes y respetuosos con el medio ambiente. Una revolución que empieza a nivel microscópico, pero que tiene un impacto profundo en el desarrollo de una agricultura más equilibrada y productiva.

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